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jueves, 27 de septiembre de 2012

Estatua budista llevada a Alemania por los Nazis tiene origen extraterrestre

Investigación revela que una estatua llevada por los nazis del Tibet a Alemania está compuesta de material de un meteorito que cayó a la Tierra hace miles de años.


Una estatua budista traída a Alemania del Tibet por una expedición nazi tiene un origen extraterrestre, según ha confirmado un reciente estudio.

Conocida como el “hombre de hierro”, la estatua de 24 cm de alto representa aparentemente al dios Vaiśravaṇa, guardián de la dirección del norte y de la mansión celestial. Todo indica que fue creada con un pedazo del meteorito Chinga que impactó en la frontera de Rusia y Mongolia de 10 mil a 20 mil años atrás.

Un equipo liderado por Elmar Buchner de la Universidad de Stuttgart analizó los metales de la estatuta para determinar que geoquímicamente el artefacto muestra valores encontrados anteriormente en fragmentos del meteorito Chinga. Esta estatua sería la tercera pieza más grande hallada con material de este cuerpo sideral y la única figura humana labrada en un meteorito de la que se tiene conocimiento.

Dado la dureza extrema de esta piedra espacial, no my apropiada para esculpir, es probable que los artistas hallan específicamente realizado la pieza porque consideraban que el material era especial o tenía alguna propiedad mística. Posiblemente fue producida por la cultura Bon en el siglo 11, una cultura sincrética con una fuerte tradición chamánica que llamó el interés de los altos mandos nazis interesados en el ocultismo. Se cree que la estatua, que cuenta con el símbolo de la svástika, fue llevada a Alemania después de una expedición realizada enntre 1938-1938.

Altos mandos del Partido Nazi estuvieron interesados en los conocimientos ocultos orientales, particularmente en Shambhala y Agartha, lugares en las montañas donde supuestamente habitan una serie de maestros iluminados, con los cuales posiblemente los nazis quisieron vincular su empresa planetaria –su supuesta cita con el destino. El pintor Nicolas Roerich peregrinó al Tiben algunos años antes en búsqueda de “la piedra del destino”, tal vez pueda existir una relación entre estas expediciones.

Algunas culturas consideran que los meteoritos son sagrados y utilizan fragmentos de estos de manera ritual y mágica. Es posible que el hombre de hierro budista-nazi pueda tener una significación de esta naturaleza u oculte un misterio para detectives de lo esotérico.

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