Buscar este blog

domingo, 17 de marzo de 2013

Meteorito en Rusia y renuncia del Papa:


¿Signos del fin del mundo?

El célebre Michel de Nostradamus habría vaticinado ambos acontecimientos, además de la reciente caída de un rayo en la cúpula de la iglesia de San Pedro.

A partir del pasado lunes 11 de febrero tres hechos bastante inusuales se desarrollaron en forma casi concatenada, uno después del otro. En primer lugar el Papa Benedicto XVI (quien según las profecías de San Malaquías sería el penúltimo Papa de la historia) renunció a su cargo por cansancio físico y mental, un hecho inédito en los últimos 600 años de papado.

Fin del MundoEn segundo lugar, horas después de este anuncio, que impactó al mundo católico, un espectacular rayo descendió del cielo romano e impactó la cúpula de la basílica de San Pedro, lo que fue interpretado por algunos como una clara señal divina y para otros derechamente como un signo de mal augurio. Y, para rematar la sucesión de hechos inusuales, días después un gigantesco meteorito, que parecía un pequeño sol viajando a la velocidad de un bólido -54 mil kilómetros por hora-, ingresó a la atmósfera terrestre y se desintegró poco antes de tocar la superficie, antes que sus fragmentos cayeran desperdigados en la zona de los Montes Urales, en Rusia, afectando a más de seis ciudades y dejando cientos de heridos.

Los agoreros y estudiosos de las profecías pusieron el grito en el cielo tras analizar estas tres coincidencias. En especial cuando comprobaron que una de las célebres y temidas predicciones del vidente francés Michel de Nostradamus hablaba sobre el cambio de un pontífice y de extrañas señales en el cielo, lo que anunciaría no sólo el fin de la Iglesia tal como la conocemos sino que también el Apocalipsis o Fin de los tiempos.
Con respecto a la caída del rayo, Nostradamus en su centuria III explica lo siguiente:


“En el templo cerrado el rayo penetrará,
Los ciudadanos extenuados en sus fuertes:
Caballos, bueyes, hombres la onda los tocará
Con hambre, sed los más débiles armados”


En otra de sus profecías el gran vidente francés afirma más o menos lo siguiente: “Cuando el gran pontífice cambie de terreno, una gran estrella arderá y se podrán ver dos soles a la vez”. Para muchos ello fue lo que ocurrió en los días precedentes, vale decir, el Papa anunció su alejamiento del sillón de San Pedro y en los días posteriores un resplandeciente bólido cruzó por los cielos de Rusia, confundiéndose con el sol en un horizonte donde ya se instalaba el amanecer.

Otra profecía del mismo Nostradamus habría anticipado el alejamiento y despedida de Benedicto XVI del sillón de San Pedro. La profecía, en su francés original, dice lo siguiente: “Le Pontife Romain doubteux, oraison prononcée. Le Senat fera permutation”, que traducido significaría: “El Pontifice Romano dudoso, oración pronunciará. El senado hará cambio (permutación)”.

Pese a los inquietantes vaticinios de Nostradamus, los escépticos afirman que el inminente fin del mundo no es tal y que por ello duermen muy tranquilos. Pues aseguran que algunas de las profecías de Nostradamus no se han cumplido, como el supuesto asesinato del Papa Juan Pablo II o el inicio de la Tercera Guerra Mundial en el año 1999, aunque algunos estudiosos sostienen que estos vaticinios fueron mal interpretados y ocurrirán indefectiblemente más adelante.

Los católicos, por su parte, sólo se limitan a recordar los Evangelios y las palabras del mismo Jesús, quien en Mateo 24:36 se refiere al fin del mundo y a la segunda venida de Cristo, afirmando que “aquel día y aquella hora nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sólo el Padre”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.