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lunes, 21 de diciembre de 2015

Una gran tormenta solar podría causar un gran apagón, pero Obama tiene un plan


Si el viento solar tiene mucha intensidad no hay nada que pueda pararlo. La gran tormenta de 1859 fue tan potente que se llegaron a ver auroras en -atención- Madrid y Roma. La pregunta que cabe hacerse es ¿qué pasaría si sucediera algo así hoy?

Tenemos alguna pista: varios satélites de comunicaciones ya han sufrido la ira del sol. Ocurrió en 1994 y dejó sin teléfono ni radio a buena parte de Canadá.
Así que, si hoy se produjese una tormenta como la de 1859, inutilizaría todos o casi todos nuestros satélites y los transformadores eléctricos, dejando el planeta entero en la oscuridad total.
A la Casa Blanca no le hace mucha gracia esta idea, así que han puesto en marcha el llamado Plan Nacional de Acción del Clima Espacial.
Se trata, básicamente, de establecer un protocolo de acción en caso de que nos quedemos a oscuras de la noche a la mañana. Incluso han cuantificado sus consecuencias: las pérdidas económicas que generarían se mueven entre 1 y 2 trillones de dólares durante el primer año, y tardaríamos una década como mínimo en arreglar todos los sistemas dañados.
La verdad, no sé a qué espera Hollywood a rodar una película sobre esto: para cuando se quieran poner igual ya no les funcionan las cámaras, ya verás.

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