Buscar este blog

viernes, 26 de febrero de 2016

Piden enterrar a la momia de la ‘Princesa de Altái’ para evitar desastres naturales

Miembros de una comunidad de la República rusa de Altái temen que mientras la momia de su famosa antepasada no descanse en paz, su etnia estará expuesta a catástrofes naturales.

Nativos de una etnia de Siberia piden enterrar la célebre momia de la ‘Princesa de Altái’ porque, según creen, la excavación de su tumba en 1993 ha sido la causa de catástrofes naturales en la región. Por ese motivo, miembros de esta comunidad han llegado a recurrir a los tribunales, y a pesar de ver rechazada su demanda, no piensan en rendirse, ya que temen que mientras su famosa antepasada no descanse en paz, su etnia estará en peligro.

Akai Kine, es quién realizó la demanda. Su solicitud, según afirma, tiene que ver con el destino de su comunidad, la República rusa de Altái. Al igual que miles de sus compatriotas, Akai está seguro de que a su gente no le espera nada bueno hasta que la momia sea enterrada. “Los ritos, las ceremonias y los restos de las personas pueden influir energéticamente en la vida actual. Esto influye en la vida de todo nuestro pueblo”, afirma.

Los altáis creen que los restos de la princesa deben ser sepultados en un lugar sagrado para ellos: la meseta de Ukok, el mismo lugar donde fueron encontrados. Sin embargo, los arqueólogos y los científicos que realizaron el trabajo para conservar a la ‘Princesa de Altái’, están totalmente en contra de este entierro.

De acuerdo con Serguéi Kireev, investigador en el Museo Nacional de la República de Altái, los humanos tienen sed de conocimiento, por lo que “prohibir exposiciones es como criticar a la ciencia de la arqueología en general y afirmar que no tiene derecho a existir”.

La legendaria tumba fue encontrada en 1993, en una zona que se encuentra permanentemente congelada, por lo que los restos se conservaron perfectamente.

Además, el cuerpo había sido momificado de acuerdo con las tradiciones de su tribu. Se trataba de una mujer de un importante estatus social, según revelan su lujoso traje de seda y lana, y sus joyas. Por otra parte, sus tatuajes, que se veían a pesar de que supuestamente habían sido realizados hace 2.500 años, indicaban su ocupación: hechicera. Al menos por ahora, la princesa de Altái sigue siendo la perla de una exposición arqueológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.